Here in Northern Colorado, there are countless Hispanic/Latinx leaders that have shaped Northern Colorado communities and those that continue to do so today. Celebrating the amazing accomplishments of leaders in the community includes recognizing that these individuals faced discrimination, challenges, and hardships unknown to those outside the community.
From “white-only” and “no Mexicans” signs on businesses in Old Town Fort Collins well into the 1950s, to segregated movie theatres and classrooms, to housing and employment discrimination, to breaking through glass ceilings, the individuals featured below (and many others) persevered through remarkable challenges to forge paths for other Hispanic and Latinx individuals in Northern Colorado, contribute to vibrant communities, and create lasting legacies.
Aquí en el norte de Colorado, hay innumerables líderes hispanos/latinx que han dado forma a las comunidades del norte de Colorado y otros que continúan haciéndolo hoy. Celebrar los increíbles logros de los líderes de la comunidad incluye reconocer que estas personas enfrentaron discriminación, desafíos y dificultades desconocidas para quienes están fuera de este grupo social.
Desde los letreros que decían “solo blancos” y “no mexicanos” en los negocios en Old Town Fort Collins hasta la década de 1950, desde las salas de cine, aulas segregadas, y la discriminación en la vivienda y el empleo, hasta romper techos de vidrio, las personas que se muestran a continuación (y muchas otros) perseveraron a través de desafíos notables para forjar caminos para otras personas hispanas y latinx en el norte de Colorado, contribuir a comunidades vibrantes y crear legados duraderos.
Lee Martinez
You may have been to Lee Martinez park but do you know the story of the man it was named after? Libarado (Lee) was born in 1889 and came to Fort Collins with his family in 1906. He would go on to become a well-respected leader devoted to the Spanish-speaking community. He served in the U.S. Army’s 36th Infantry Division in France during WWI and voted in every election since 1910. Lee also helped in the construction of the Holy Family Catholic Church during a time when people with Spanish surnames were segregated in church services. He also established a scholarship in honor of his son Alonzo Martinez who died in WWII which to date has provided over $300,000 to Hispanic students seeking an education at Colorado State University.
All five of his sons served in the U.S. military – when they returned to Fort Collins, they were excluded from serving in the American Legion Post (a veteran’s organization) and from entering many businesses due to segregation though Lee would fight for their inclusion in the American Legion and became a very active member of the organization. He also served on the City of Fort Collins Human Relations Commission which sought to improve cultural understanding between communities in the city. In 1970, the City of Fort Collins named a beautiful parcel of land near the Poudre River after Lee, some of his descendants continue to call Fort Collins home.
Es posible que hayas estado en el parque Lee Martinez, pero ¿conoces la historia del hombre que fue? Libarado (Lee) nació en 1889 y llegó a Fort Collins con su familia en 1906. Se convirtió en un respetado líder dedicado a la comunidad hispanohablante. Sirvió en la 36ª División de Infantería del Ejército de los EE. UU. en Francia durante la Primera Guerra Mundial y votó en todas las elecciones desde 1910. Lee también ayudó en la construcción de Holy Family Catholic Church durante una época en que las personas con apellidos españoles estaban segregadas en la iglesia. También estableció una beca en honor a su hijo Alonzo Martínez, quien murió en la Segunda Guerra Mundial, que hasta la fecha ha proporcionado más de $300,000 a estudiantes hispanos que buscan una educación en la Universidad Estatal de Colorado.
Sus cinco hijos sirvieron en el ejército de los EE. UU. – cuando regresaron a Fort Collins, fueron excluidos de servir en el American Legion Post (una organización de veteranos) y de ingresar a muchos negocios debido a la segregación, aunque Lee luchó por su inclusión en el American Legion y se convirtió en un miembro muy activo de la organización. También sirvió en la Comisión de Relaciones Humanas de la Ciudad de Fort Collins, que buscaba mejorar el entendimiento cultural entre las comunidades de la ciudad. En 1970, la ciudad de Fort Collins nombró una hermosa parcela de tierra cerca del río Poudre en honor a Lee. Algunos de sus descendientes continúan llamando hogar a Fort Collins.
John Romero
John Romero’s hand-built adobe home is now known as the Mueso de las Tres Colonias and is the only house that remains of original adobe structures from the area of Fort Collins known as Andersonville – part of the Tres Colonias neighborhood. As a strategy to sustain the amount of labor required to harvest sugar beets (also known as “white gold” during their peak harvest) the Great Western Sugar Company would have employees sign 5-year contracts that promised them the materials to build adobe homes after finishing their 5-year tenure.
John and his wife Inez first came to Fort Collins in 1927; John worked for both the railroad and in the sugar beet industry. He was very well known in the Tres Colonias neighborhood even being elected as their mayor unofficially as the neighborhood was not incorporated into the City of Fort Collins until the late 1970s. Together, John and Inez shared seven children. John worked throughout his life against the discrimination faced by the Hispanic community in the City of Fort Collins; up until the late 1940s, most of the restaurants Downtown bore “white only, no Mexicans, no dogs” signs. To this day, John and Inez’s house is a gathering place for the Hispanic community and a center of education.
La casa de adobe hecha a mano de John Romero ahora se conoce como el Museo de las Tres Colonias y es la única casa que queda de las estructuras originales de adobe del área de Fort Collins conocida como Andersonville, parte del vecindario de Tres Colonias. Como estrategia para mantener la cantidad de mano de obra requerida para cosechar remolacha azucarera (también conocida como el “oro blanco” durante su cosecha máxima), la Great Western Sugar Company pidió que los empleados firmaran contratos de 5 años que les prometían los materiales para construir casas de adobe después de terminar su mandato de 5 años.
John y su esposa Inez llegaron por primera vez a Fort Collins en 1927; John trabajó tanto para el ferrocarril como para la industria de la remolacha azucarera. Era muy conocido en el vecindario de Tres Colonias, incluso fue elegido alcalde extraoficial del vecindario, ya que el vecindario no se incorporó a la ciudad de Fort Collins hasta finales de la década de 1970. Juntos, John e Inez compartieron siete hijos. John trabajó durante toda su vida contra la discriminación que enfrenta la comunidad hispana en la Ciudad de Fort Collins; Hasta fines de la década de 1940, la mayoría de los restaurantes del centro tenían letreros que decían “solo blancos, no mexicanos, no perros”. Hasta el día de hoy, la casa de John e Inez es un lugar de reunión para la comunidad hispana y un centro de educación.
Charles & Margaret Martinez
Charles and Margaret Martinez were beloved Fort Collins power couple. Both were community builders and leaders who came to Northern Colorado at young ages with their families. They married in 1927 and spent the next decade moving houses while they worked for the Great Western Sugar Company farming sugar beets. They later purchased their home from the company in 1937 in the historic Alta Vista neighborhood, an area originally built by the Great Western Sugar Company to house workers and their families.
Charles Martinez was elected as the mayor of Alta Vista multiple times by its residents; the Alta Vista neighborhood was not formally incorporated into the City of Fort Collins until the 1970s despite its close proximity to the central part of the city. The Martinez’s would make the area a community by working to form strong bonds among Hispanic and Latino families through heritage, tradition, and time spent together. They had seven children and attended Holy Family Church, the first church in Fort Collins to have mass in Spanish and a central gathering place of the Holy Family and Alta Vista neighborhoods. Long after the purchase of their home, their street known formerly as “B Street” was renamed “Martinez Street” in honor of Charles and his efforts to connect his community.
Charles y Margaret Martinez eran una amada pareja poderosa de Fort Collins. Ambos jugaron un papel importante en el desarrollo de la comunidad y fueron líderes que llegaron al norte de Colorado a edades tempranas con sus familias. Se casaron en 1927 y pasaron la siguiente década mudándose de casa mientras trabajaban para Great Western Sugar Company cultivando remolacha azucarera. Compraron su casa de la compañía en 1937 en el vecindario histórico de Alta Vista, un área construida originalmente por Great Western Sugar Company para albergar a los trabajadores y sus familias.
Charles Martinez fue elegido alcalde de Alta Vista varias veces por sus residentes; el vecindario de Alta Vista no se incorporó formalmente a la ciudad de Fort Collins hasta la década de 1970 a pesar de su proximidad a la parte central de la ciudad. Los Martinez harían del área una comunidad trabajando para formar fuertes lazos entre las familias hispanas y latinas a través de la herencia, la tradición y el tiempo que pasaban juntos. Tuvieron siete hijos y asistían a Holy Family Church, la primera iglesia en Fort Collins en tener misa en español y un lugar central de reunión de los vecindarios de Holy Family y Alta Vista. Mucho después de la compra de su casa, su calle conocida anteriormente como “B Street” fue nombrada “Martinez Street” en honor a Charles y sus esfuerzos por conectar a su comunidad.
Jovita Vallencillo Lobato
Jovita Vallencillo Lobato was born in Fort Collins in 1908 – her parents were sugar beet farmers and would encourage both of their children to attend public school and college. Jovita is the first known Mexican-American to graduate from public school in the Fort Collins area in 1932 and became the first Mexican-American student to graduate from CSU in 1936 with degrees in economics and sociology.
Undeterred by societal barriers, Jovita would go on to earn a master’s degree in psychology and teach in schools in CO, NM, and NJ. 60 years after she graduated, she and her brother Salvador were honored at the CSU El Centro Achievement Awards. Over 1,000 Hispanic and Latinx students were enrolled at CSU that year, following in Jovita’s footsteps.
Jovita Vallencillo Lobato nació en Fort Collins en 1908; sus padres eran agricultores de remolacha azucarera y animaron a sus dos hijos a asistir a la escuela pública y la universidad. Jovita es la primera mexicana-americana graduada de una escuela pública en el área de Fort Collins en 1932 y se convirtió en la primera estudiante mexicana-americana en graduarse de CSU en 1936 con títulos en economía y sociología.
Sin dejarse intimidar por las barreras sociales, Jovita obtuvo una maestría en psicología y enseñó en escuelas en CO, NM y NJ. 60 años después de graduarse, ella y su hermano Salvador fueron honrados en los premios CSU El Centro Achievement Awards. Más de 1000 estudiantes hispanos y latinos se inscribieron en CSU ese año, siguiendo los pasos de Jovita.
The Gallegos Brothers/ Hermanos Gallegos
The three Gallegos brothers grew up in Fort Collins in the 1940s and 50s in the area of the city known as Andersonville, part of the Tres Colonias neighborhood; their parents, Edward and Tina Gallegos first brought their family to Northern Colorado from the San Luis Valley seeking greater opportunities on the Sugar Beet farms. In an interview with the City of Fort Collins, Jerry recalled seeing “white-trade only” signs over businesses in Fort Collins as a young boy and all three of them expressed memories of working the fields through their childhoods.
Their successful company, Gallegos & Sons Sanitation was founded in 1959 when Edward Gallegos and his sons Art, Jerry and Rudy formed a mowing and hauling business that would grow to become a 70-truck fleet of trash and recycling trucks serving the Northern Colorado area and Southern Wyoming. They were the first to introduce automated garbage collection like the arms we see on our trucks today, the first to bring rolling trashcans to the area, and continually innovated their recycling practices as well as reduced the company’s carbon footprint by purchasing more fuel-efficient vehicles before they sold the company in 2020.
The Gallegos family served Northern Colorado for 61 years. Today, the brothers are still very active in the community and continue to enjoy retirement surrounded by their children and grandchildren.
Los tres hermanos Gallegos crecieron en Fort Collins en las décadas de 1940 y 1950 en el área de la ciudad conocida como Andersonville, parte del barrio Tres Colonias; sus padres, Edward y Tina Gallegos primero trajeron a su familia al norte de Colorado desde el Valle de San Luis en busca de mayores oportunidades en las granjas de remolacha azucarera. En una entrevista con la ciudad de Fort Collins, Jerry recordó haber visto letreros de “sólo comercio blanco” sobre negocios en Fort Collins cuando era niño y los tres expresaron recuerdos de trabajar en los campos durante su infancia.
Su exitosa empresa, Gallegos & Sons Sanitation, se fundó en 1959 cuando Edward Gallegos y sus hijos Art, Jerry y Rudy formaron un negocio de segado y transporte que creció hasta convertirse en una flota de 70 camiones recolectores de basura y reciclaje que atienden el área del norte de Colorado y Sur de Wyoming. Fueron los primeros en introducir la recolección de basura automatizada como los brazos que vemos hoy en nuestros camiones, los primeros en traer botes de basura rodantes al área, y continuamente innovaron sus prácticas de reciclaje y redujeron la huella de carbono de la compañía al comprar vehículos más eficientes en combustible. antes de que vendieran la empresa en 2020.
La familia Gallegos prestó servicios en el norte de Colorado durante 61 años. Hoy, los hermanos siguen siendo muy activos en la comunidad y continúan disfrutando de la jubilación rodeados de sus hijos y nietos.
Guadalupe Salazar
Guadalupe Salazar came from a family of farmers and grew up working in the sugar beet fields across Colorado. She vividly remembers moving around with her family and living in temporary migrant camps while her parents sought better opportunities for their family of ten to thrive. Guadalupe’s father would encourage her throughout her life to continue her education and thought Fort Collins would be a wonderful place to settle his family; when looking for real estate to buy in the city, he was told that Mexican families could purchase only in Buckingham, Andersonville, or other Spanish colony areas that at the time, which were located outside of Fort Collins city limits. Guadalupe would end up dropping out of school in 7th grade after she stood up for herself against a white student in her class for race-related bullying and was suspended.
She would go on to marry at age 15 and had four children by the time she was 23 when she returned to school for her GED. She continued on to the University of Northern Colorado and double majored in business administration and Spanish and later went on to get her Ph.D. in Education and Human Resources. She later served as the director of CSU’s El Centro for over three decades helping guide Hispanic and Latinx students, some with stories similar to her own. In an interview with CSU’s Source magazine one of her colleagues, Kathy Sisneros, assistant vice president for Student Affairs at CSU, said of Dr. Salazar, “(She) has supported thousands of students over the past three decades, and directly contributed to the success, persistence and a countless number of Latinx students who have graduated from CSU.”
Guadalupe Salazar provenía de una familia de granjeros y creció trabajando en los campos de remolacha azucarera en todo Colorado. Ella recuerda vívidamente mudarse con su familia y vivir en campamentos de inmigrantes temporales mientras sus padres buscaban mejores oportunidades para que su familia de diez miembros prosperara. El padre de Guadalupe la animó durante toda su vida a continuar con su educación y pensó que Fort Collins sería un lugar maravilloso para establecer a su familia; cuando buscaba bienes raíces para comprar en la ciudad, le dijeron que las familias mexicanas sólo podían comprar en Buckingham, Andersonville u otras áreas de las colonias españolas que en ese momento estaban ubicadas fuera de los límites de la ciudad de Fort Collins. Guadalupe terminó abandonando la escuela en 7mo grado después de que ella se defendió contra un estudiante blanco en su clase por acoso relacionado con la raza y fue suspendida.
Se casó a los 15 años y tuvo cuatro hijos cuando cumplió 23 años. Luego regresó a la escuela para obtener su GED. Continuó en la Universidad del Norte de Colorado y obtuvo una doble especialización en administración de empresas y español y luego obtuvo su doctorado en Educación y Recursos Humanos. Más tarde se desempeñó como directora de El Centro de CSU durante más de tres décadas ayudando a guiar a los estudiantes hispanos y latinos, algunos con historias similares a la suya. En una entrevista con la revista Source de CSU, una de sus colegas, Kathy Sisneros, vicepresidenta adjunta de Asuntos Estudiantiles de CSU, dijo de la Dra. Salazar: “Ella ha apoyado a miles de estudiantes durante las últimas tres décadas y ha contribuido directamente al éxito, persistencia y un número incontable de estudiantes latinos que se han graduado de CSU.”
Betty Aragon-Mitotes
Betty Aargon-Mitotes has spent nearly her entire life in Fort Collins and continually dedicates herself to the preservation of Hispanic and Latinx history, traditions, and culture in Fort Collins. Aargon-Mitotes moved to Fort Collins as a small child from Trinidad, Colorado; her family settled in the Buckingham area of Fort Collins, part of the Tres Colonia’s neighborhood. In her adulthood, she co-founded the Mueso de las Tres Colonias in the Romero family’s original home (another Hispanic/Latinx leader featured in this campaign) and is the founder of the local non-profit Muerjes de Colores which seeks to empower women and children through education.
Her non-profit led the initiative to build “The Hand that Feeds” sculpture at Sugar Beet Park in Fort Collins which is meant to commemorate, preserve, and honor the history of the Hispanic and Mexican people who came to work in the sugar beet fields in Larimer County. Betty has also participated in the creation of two grass-roots films highlighting Hispanic life in Fort Collins, one centered on gentrification in the Tres Colonias neighborhood, and one focused on the hardships faced by undocumented immigrants through the COVID-19 pandemic. Betty is also well known in the Tres Colonias neighborhood for her Christmas Posada traditions and was recently selected as one of 48 notable featured women for Living Her Legacy’s public art exhibit.
Betty Aargon-Mitotes ha pasado casi toda su vida en Fort Collins y se dedica continuamente a la preservación de la historia, las tradiciones y la cultura hispana y latinx en Fort Collins. Aargon-Mitotes se mudó a Fort Collins cuando era una niña pequeña de Trinidad, Colorado; su familia se instaló en el área de Buckingham de Fort Collins, parte del barrio de Tres Colonias. En su edad adulta, cofundó el Museo de las Tres Colonias en el hogar original de la familia Romero (otro líder hispano/latinx que aparece en esta campaña) y es la fundadora de la organización local sin fines de lucro Mujeres de Colores que busca empoderar a mujeres y niños a través de la educación.
Su organización sin fines de lucro lideró la iniciativa para construir la escultura “La mano que alimenta” en el parque Sugar Beet en Fort Collins, que tiene como objetivo conmemorar, preservar y honrar la historia de los hispanos y mexicanos que vinieron a trabajar en los campos de remolacha azucarera en el condado de Larimer. Betty también ha participado en la creación de dos películas independientes que destacan la vida hispana en Fort Collins, una que se centra en la gentrificación en el vecindario de Tres Colonias y otra que se enfoca en las dificultades que enfrentaron los inmigrantes indocumentados durante la pandemia de COVID-19. Betty también es muy conocida en el barrio de Tres Colonias por sus tradiciones de posada navideña y recientemente fue seleccionada como una de las 48 mujeres más destacadas para una exhibición de arte público que se llama Living Her Legacy.
United Neighbors / Vecinos Unidos
Earlier this year, a rare and special thing transpired in Fort Collins at Parklane Mobile Home, now known as Nueva Vida or “New Life” Mobile Home Park. For the 7th time in state history, the residents of a mobile home park rallied together to preserve the land beneath their homes from an owner who was looking to sell the land. Parklane (now Nueva Vida) is home to over 300 adults and children, many of whom have called it home for more than twenty years.
With the help of The Genesis Project and The Matthews House, two neighboring non-profits who had long worked within the community, a new non-profit was formed called Vecinos Unidos or “United Neighbors.” The group purchased their mobile home park under Colorado’s Mobile Home Park Act of 2020 Opportunity to Purchase legislation, outbidding the investor who sought to purchase it originally. The community is creating a resident governance model and now chooses their destinies for themselves, their homes, and their new life.
A principios de este año, sucedió algo raro y especial en Fort Collins en Parklane Mobile Home, ahora conocido como Nueva Vida o “New Life” Mobile Homes. Por séptima vez en la historia del estado, los residentes de un parque de casas móviles se unieron para comprar colectivamente sus casas a un propietario que buscaba vender el terreno en el que se asientan. Parklane (ahora Nueva Vida) es el hogar de más de 300 adultos y niños, muchos de los cuales lo han llamado hogar durante más de veinte años.
Con la ayuda de Genesis Project y Matthews House, dos organizaciones sin fines de lucro que trabajaron durante mucho tiempo dentro de la comunidad; los vecinos formaron una nueva organización sin fines de lucro llamada Vecinos Unidos o “United Neighbors” para completar la compra de su parque de casas móviles bajo la Ley de parques de casas móviles de Colorado bajo la Legislación de oportunidad de compra de 2020. Ellos lograron superar la oferta del inversionista que buscaba comprarlo originalmente y ahora están creando un modelo de gobierno residente para su comunidad, lo cual les permite elegir su propio futuro, sus hogares y su nueva vida
There are more stories of leaders like these incredible individuals that we are unlikely to ever hear. Many Hispanic/Latinx stories and leaders will go unrecognized in the annals of history. Community members like Betty Aragon-Mitotes and teams like the City of Fort Collins Historic Preservation seek to share and uncover the untold pieces of the past to preserve the ongoing legacy of the Hispanic and Latinx community. The celebration of these stories is not only during Hispanic and Latinx Heritage month, but everlasting for the many generations to come.
Existen muchas más historias de líderes como estos que probablemente nunca escucharemos. Muchas historias y líderes hispanos/latinx no serán reconocidos en los archivos históricos. Miembros de la comunidad como Betty Aragon-Mitotes y equipos como la Preservación Histórica de la Ciudad de Fort Collins buscan compartir y descubrir las historias no contadas del pasado para preservar el legado continuo de la comunidad hispana y latinx. La celebración de estas historias no es solo durante el mes de la herencia hispana y latinx, sino es una celebración atemporal que incluye a las generaciones venideras.